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1.
 
INTRODUCCIÓN
 
El puente popularmente conocido como “el puente del
dragón” formará parte de la nueva circunvalación que
actuará como conexión entre la A
-92 (Sevilla-Almería) y la
carretera que une Alcalá de Guadaíra con la vecina Dos
Hermanas (A
-392).  
 
Esta infraestructura singular cumplirá una doble misión.
Por un lado, permitirá una adecuada interrelación entre
las dos márgenes del Guadaíra, atenuando uno de los
problema
s más importantes que posee esta ciudad, y
facilitando la generación de nuevas movilidades y nuevos
espacios con funciones diferentes a las que ahora tienen.
Por otro lado esta infraestructura tiene, por su excepcional
diseño, una misión cultural y de ocio que facilitará la
recuperación del espacio en el que se ubica y
representará una señal de identidad para la ciudad, ya
que bajo el puente se alzará la ciudad de la cultura y un
parque a orillas del río Guadaíra.
 
 
Sin duda el puente del Dragón supone un punto singular
en la concepción de este tipo de infraestructuras y
representará un hito en el desarrollo de la nueva Alcalá.
 
 
Se trata de un puente en el medio de un parque que rodea
el casco urbano. Además el puente representa la antesala
del castillo almohade. Cualquier obra que se realice tiene
el riesgo de chocar con el paisaje del entorno. El puente
que salvara el río Guadaíra podría ser una estructura
sencilla y simple. Un puente modesto que resolviera el
paso del río y, al mismo tiempo, fuese económicamente
correcto. Otra alternativa sería realizar un alarde con una
solución estructural innecesaria para salvar estas luces.
Y, finalmente, estaba la posibilidad de convertir el puente
en un elemento más del parque, un elemento que no s
olo
no desentone con el ambiente en el que se sitúa, sino
que forme de alguna manera parte natural del mismo.
Esta opción es la que se ha elegido y el resultado es,
cuando menos, singular.
 
 
La estructura ha sido creada por el arquitecto sevillano,
José Luis Manzanares, creador también del conocido
popularmente como “puente del cachorro” de la capital
hispalense.  
 
El puente esta constituido por una estructura de 123
metros de longitud con dos arcos circulares de 43 m de
luz y dos medios arcos hasta los estribos de 18,5 metros
cada uno. La solución estructural la conforma una viga
central de hormigón armado con calzadas voladas a
ambos lados. Dada su simplicidad estructural no parece
una solución excesivamente costosa.
 
 
La sección transversal sobre el puente está formada por
dos calzadas de 7 metros, que se componen de dos
carriles de 3.5 metros cada uno, dos acerados de 2.5
metros y una mediana central de 3 metros de ancho. La
estructura emula un dragón que sale del terreno, cruzando
el río Guadaíra, a los pies de una de las fortalezas
almohades más grandes de Europa, el “Castillo de
Alcalá”.  
 
Para convertir un puente estructuralmente sencillo en un
producto de la imaginación se ha utilizado el encanto del
azulejo multicolor que simula entre otras partes una
espectacular cabeza de Dragón. De alguna manera
recuerda las estructuras orientales de arcos adosados.  
 
 
 
 
 
 
 
 
En definitiva este diseño ha servido para conseguir tres
objetivos fundamentales que estaban presentes en el
inicio de su proyecto. En primer lugar el puente se integra
en el paisaje de forma adecuada llegando a ser una parte
del mismo. En cuanto a su coste se ha conseguido que
resulte
 una solución económicamente razonable, ya que
no presenta
soluciones estructuralmente complicadas. Y
finalmente por lo especial de su temática se convierte en
una estructura pionera que será objeto de gran cantidad