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INTRODUCCIÓN
El Puente de San Telmo se sitúa entre la Plaza de Cuba y
el Paseo Colon; entre los Puentes de Triana y de Los
Remedios. Fue construido entre 1925 y 1931, y vino a
solucionar los problemas de comunicación entre Sevilla y un
nuevo barrio que se planificaba construir, y que a la postre
se llamaría Los Remedios. Este nombre lo toma del
Convento de los Remedios, emplazado en dicho enclave
desde 1623, y que continúa en pie actualmente, como el
Museo de Carruajes.
El autor del Puente de San Telmo fue el  ingeniero José
Eugenio Ribera y tuvo un presupuesto de 8 millones de
pesetas. Debido a la actividad portuaria  y al uso funcional
que se le quiso dar en sus comienzos, su diseño original fue
como puente levadizo. Es ya en el año 1964, cuando el
puente se deja finalmente fijo, lo que motivó el traslado de
los trabajos portuarios río abajo.
En la fotografía superior, podemos ver una imagen del
puente en su estado original, permitiendo la circulación de
barcos, gracias a un mecanismo levadizo.
Las obras se iniciaron a mediados de junio de 2006 y
finalizaron a mediados de 2007, a pesar de las dificultades
provocadas por la voluntad de mantener en todo momento
la circulación de vehículos y peatones por el puente, aún
cuando el proyecto contemplaba su cierre para el tráfico
rodado durante dos meses; así como los retrasos
originados por la imposibilidad de ejecutar el refuerzo de las
vigas como estaba proyectado inicialmente debido a la
irregular disposición de las armaduras antiguas de las vigas
del puente, lo que ha obligado a diseñar un nuevo sistema.
Las obras se ejecutan por fases, manteniéndose dos
carriles en servicio para tráfico rodado, sin haber efectuado
en ningún momento el corte total de la plataforma. El tráfico
fluvial tampoco se ha visto afectado, manteniéndose
alternativamente el vano central o el vano de levante libre
para la navegación.
Según el informe de los técnicos, la actuación se ha tenido
que realizar bajo la filosofía de “restauro crítico”: por una
parte, encarando la rehabilitación de los elementos
constructivos, compositivos y estructurales con un criterio
conservacionista, es decir, manteniéndolos cuando su
estado lo permite, previa consolidación, limpieza y
restauración de estos elementos.
Por otra parte, en algunos casos se han tenido que
incorporar nuevos elementos, en cuyo caso se ha intentado
que estén perfectamente integrados con respecto a lo ya
existente, sin tratar de mimetizar los nuevos elementos sino,
por el contrario, haciendo patente la diferencia de unos y
otros de manera armónica.
Se han tenido que acometer actuaciones de refuerzo en
todas las vigas transversales de los tramos II y IV, dada la
incertidumbre de la efectividad de las armaduras antiguas
para resistir esfuerzos cortantes. De esta forma, en el tramo
I se han reforzado las vigas extremas, y en el tramo III se
han inyectado las fisuras localizadas en los planos inferiores
de los pórticos. Además, se han detectado fisuras en;
tablero, arcos, montantes, pórticos, pilas y estribos, así
como zonas afectadas por desprendimientos de hormigón
por corrosión o escasez de recubrimiento de armaduras en
tableros, arcos y montantes, pórticos, pilas y estribos.  
También se han tenido que realizar la reparación y
restauración de los paramentos de las pilas, para mejorar la
capacidad portante de la piedra y la durabilidad de la
fábrica. Además, se han llevado a cabo la
impermeabilización del tablero, su drenaje y las juntas de
dilatación en estribos y pilas.